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Los pies

Los pies son una parte del cuerpo tan importante, porque en base de ellos se organizan muchas funciones tales como,

La postura, el equilibrio, el movimiento, el sentido de pertenecer, el rendirse, dejarse cargar, posicionarse...

Me gustaría cantarles una oda a los pies, mejor contarles aspectos que me sorprenden o fascinan de ellos.

Se componen básicamente de 3 partes funcionales:

- El hueso astrágalo quien recibe el peso de todo el cuerpo, al nivél de su relación con la tibia y el peroné (tobillo). Luego, luego, distribuye ese peso a las 2 partes subyacentes: el talón y la parte anterior del pie.

- El talón, la parte posterior, está compuesto básicamente por el hueso calcáneo quien se articula e influye en el hueso cuboides quien a su vez se articula con los metatarsos de los rayones 4tos y 5tos de ambos lados.

- La parte anterior del pie que se compone del empeine (tarsos) y de los dedos. Esa parte es la que explora, reparte el peso, amplia el espacio de apoyo, desde donde se efectúa la proyección final del movimiento.

Lo bello es que el astrágalo y el talón, se articulan sobre superficies óseas (el uno sobre el otro) pero también sobre un espacio vacío.

Sorprendentemente, nadie le dio nombre a ese espacio. Y sin él, como me lo enseño una paciente, cada paso es un suplicio porque el pie se va deformando y apretando, de forma a que se mantenía comprimido y los ligamentos y tendones siempre se mantenían bajo presión.

Nada cómodo.

Ese espacio, si se juega con él, como si fuera una cuevita donde la energía, la luz pudiera juntarse, sería el pozo del cual saldría esos flujos que inundan cada rayón correspondiente a cada dedo: rellenándose durante la fase aérea del paso, y distribuyéndose al contacto con el suelo.

¿Que tal es de considerar que el vacio, o espacio, nos da apoyo?