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Los pies: el talón

 

El TALÓN, la zona posterior del pie que recibe una buena parte del peso, la que da la estabilidad al apoyo. Participa al arraigo siempre y cuando el apoyo anterior esta también presente, sino expresa más nuestras resistencias al avance, nuestras prevenciones y aumenta la tensión en la parte posterior de la espalda.

Aquí un par de consejos para que esta zona se mantenga más móvil, flexible posible, permitiendo que a cada paso que uno haga, el movimiento, el impulso que la tierra le da al cuerpo, se pueda transmitir a todas las otras partes del cuerpo, como una ola.

Esa zona, para simplificar, hace 3 movimientos:

El SI, el NO y el QUIZAS:

- El SI, el hace la flexión hacia adelante o abajo y hacia arriba. El movimiento que apunta el suelo y que lo va ensayando, asegurándose que el piso se mantenga en su lugar. Y cuando se da, es el que propulsa el movimiento.

- El NO, el que va de lado a lado en movimiento plano. Es el que ajusta la dirección, agregando orientación a la progresión.

- EL QUIZAS, es el movimiento que le da profundidad al asunto, el movimiento de ladito hacia abajo sobre el lado interno del pie o del lado externo. El que hunde el pie en los huecos, trayendo consigo el peroné, involucrando más a la rodilla en el asunto.

Obviamente que todos los movimientos impactan el resto de la pierna, hasta pueden llegar a influenciar zonas precisas como la vertebra que relaciona el cráneo con el resto de la columna, el atlas, o como el resto del cuerpo en función de donde la ola de movimiento se atasca, por ejemplo, cuando nos tropezamos.

Se invitan a hacer a cada vez que vayan a practicar un ejercicio donde haya apoyo. Hace parte de rutina de movilización. No hay limitación. Se invita a observar haciéndolos más lentos que aparece como sensaciones, o que cambia, teniendo esos movimientos más presentes.